Georgia O´Keeffe en el museo Thyssen de Madrid.
Pintar motivos que no tengan más motivo que la propia pintura. Pintar calles, paisajes, cráneos, flores, sobre todo flores que solo existen por y para la pintura. Pintura que no es una ventana ilusoria ni una alegoría ni un jeroglífico. Pintura que se vuelve sobre sí misma, como el agua solo es agua cuando gira sobre sí misma en un remolino. Pintar por pintar, pintar y solo pintar.